Es sabido que las fuerzas militares venezolanas ejercen un inmenso poder político en el país, que altos mandos militares ocupan posiciones clave en el gobierno y que los abusos aberrantes, que incluyen ejecuciones extrajudiciales, torturas y detenciones arbitrarias, permanecen impunes. Sin embargo, una faceta particularmente perversa del desprecio manifiesto de las fuerzas militares por los derechos humanos no ha recibido la atención que merece.
Esta disposición convierte a Venezuela en uno de los pocos países de América Latina que todavía penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. En algunos países anglófonos del Caribe, como Jamaica, Guyana y Dominica, estas leyes siguen en vigencia, un legado del imperialismo británico. Los actos sexuales entre personas del mismo sexo siguen estando penalizados en 69 países, incluyendo a Irán, Myanmar y Sudán.
Entre Militares Gay Sexo
La prohibición de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, incluso en las fuerzas armadas, viola el derecho internacional de los derechos humanos, incluidos los derechos a la privacidad, a no sufrir detención arbitraria y a la igualdad y a no ser objeto de discriminación. Diversos organismos nacionales, regionales e internacionales han rechazado de lleno los señalamientos de que factores como la disciplina militar puedan invocarse para justificar la prohibición de relaciones entre personas del mismo sexo en el ámbito militar.
La demanda de inconstitucionalidad de Venezuela Igualitaria contra la ley podría dar esperanzas a los y las militares que sufren los abusos y el estigma asociados con una norma discriminatoria. De hecho, el tribunal ha ampliado anteriormente los derechos de las personas LGBT en el país, y a través de un pronunciamiento 2016 se reconoció la custodia compartida a las parejas del mismo sexo. Pero en Venezuela no hay un poder judicial independiente.
La situación de los derechos de las personas LGBT es una de las tantas deficiencias relacionadas con los derechos humanos existentes durante el gobierno de Maduro. No existen en Venezuela leyes civiles integrales que protejan de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, si bien se prevén protecciones limitadas en algunas áreas. Por ejemplo, la Ley Orgánica del Trabajo prohíbe la discriminación por motivos de orientación sexual, mientras una ley sobre vivienda prohíbe la discriminación en razón de la orientación sexual y la identidad de género en ese sector. Sin embargo, mientras esté vigente la ley que penaliza las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en las fuerzas armadas, esto seguirá dando a entender que el Estado avala la discriminación y los prejuicios.
En Corea del Sur los soldados gays y trans sufren violencia, hostigamiento y discriminación generalizada a causa de la penalización de las relaciones sexuales con consentimiento entre hombres en las fuerzas armadas, ha declarado Amnistía Internacional con ocasión de la publicación de un nuevo informe en el que se explica por qué debe derogarse esta legislación injusta.
Los soldados que hablaron con Amnistía Internacional dijeron que experimentaron intimidación, violencia y aislamiento como resultado de la penalización de la actividad sexual entre hombres en las fuerzas armadas.
Si bien la penalización en virtud del Código Militar está vigente desde la década de 1960, la cuestión cobró relevancia en 2017, después de que las autoridades militares emprendiesen una agresiva investigación para identificar y castigar a los soldados sospechosos de mantener relaciones sexuales con hombres. De resultas de la investigación se presentaron cargos contra más de 20 soldados por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo.
Kim Myunghak, soldado en servicio cuando se le entrevistó en julio de 2018, vio cómo su superior directo hacía pública su homosexualidad pese a que existe la prohibición de revelar la homosexualidad de otro soldado.
Al penalizar las relaciones sexuales entre hombres en las fuerzas armadas, el gobierno de Corea del Sur está vulnerando una amplia gama de derechos humanos, entre ellos el derecho a la intimidad, a la libertad de expresión y a la igualdad y la no discriminación.
Actualmente el Tribunal Constitucional de Corea del Sur está considerando de nuevo si la penalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo en las fuerzas armadas es constitucional, tras haber resuelto en tres ocasiones desde 2002 que lo es.
"Hay militares corruptos, ladrones, narcotraficantes, con procedimientos, que los sancionan y siguen trabajando luego como si nada", dice José, quien guarda en su celular una fotografía donde se observa una zona pelada en su cabeza. "Era tal la presión que se me caía el cabello".
La "primera pregunta que te hacen en la entrevista de ingreso es cuál es su inclinación sexual: homosexual, bisexual o heterosexual? Si no respondes que eres heterosexual estás descartado, allí empieza el primer filtro", apunta Rafael, el teniente del Ejército expulsado, de 37 años.
Alberto Linero y su expareja fueron los primeros militares españoles en contraer matrimonio y lo hicieron, explica, vestidos con una copia de un uniforme de gala que encargaron confeccionar a un sastre porque en intendencia no les quisieron vender el original: "querían evitar la foto de dos gais besándose con vestido militar". No pudieron.
Diez años después del enlace y siete respecto de su salida del ejército, VICE News entrevista a Linero para que nos cuente cuál es el precio de romper el silencio y cuáles son las razones que hacen del cuerpo castrense "una de las instituciones más homófobas de nuestro país". "Los militares que reconocen su condición homosexual sufren una caza de brujas", sentencia. Por eso, añade, la mayoría callan.
VICE News: Fuiste el primer miembro del ejército español en contraer matrimonio y además te casaste con otro militar. Qué consecuencias tuvo esta decisión en el ámbito personal y profesional?Alberto Linero: Mi familia es muy conservadora y muchos son militares, así que después de casarme, algunos me dejaron de hablar. La familia se partió en dos. Con mis padres y mis hermanos no hubo problema. De hecho, mi hermana, que también era militar se casó con una mujer sólo dos meses después de mi boda. Pero, con mi tío y mis primos fue muy diferente, se enfadaron e incluso me pidieron que no utilizara el segundo apellido en el trabajo para no manchar el nombre de la familia. En lo profesional, también fue muy duro.
Crees que hay mucha más homofobia en el ejército que en otras instituciones o ámbitos sociales?Sí, en el ejército hay muchos chicos y chicas sufriendo cada día, mucha gente que lleva una doble vida. Una realidad directamente relacionada con la herencia de los altos cargos. Hoy, en la cúpula de las fuerzas armadas, la ideología franquista aún está muy viva. Esta lleno de viejas glorias que adoctrinan a sus subordinados y que imponen su forma pensar. En el ejército, la mayoría de homosexuales no se atreven a hacerlo público, porque muchos de estos altos cargos lo interpretan como un síntoma de debilidad. Hay muchos militares homosexuales, unos cuatro de cada 10 lo son, pero la inmensa mayoría se lo calla y se callan porque ante un caso de discriminación no existe la justicia independiente.
Cuál es la mejor fórmula para conseguir la independencia judicial en las fuerzas armadas?La creación, por ejemplo, de un organismo o estamento que se encargue de recoger las denuncias y demandas de los militares y que no dependa del ejército ayudaría. Así, se podrían derivar los casos a la justicia ordinaria y evitar que los juzgados y tribunales militares decidieran en función de los intereses de sus altos cargos. Piensa que en el ejército, una reunión de soldados para reclamar sus derechos es considerado como un acto de sedición, de vulneración del orden establecido.
Seguir los pasos de otros militares como el ex Jemad Julio Rodríguez o la excomandante Zaida Cantera y empezar una carrera en la política?De hecho, Podemos me propuso ir en sus listas en las pasadas elecciones al Congreso, pero me es muy difícil unirme a un partido sin que haya una discusión previa, sin tiempo para hablar del programa. Por eso les dije que no. Para mi no se trata de unas siglas, porque aunque soy militante del PSOE yo estuve en la lista del Partido Andalucista en las elecciones municipales de Utrera, sino del contenido. Me gustaría hacer política pero para un programa en el que creo y aportando lo que yo sé, no solo porque fui el primer militar gay en casarse.
Dicha legislación prohíbe a los militares gays declarar abiertamente su homosexualidad, y a los oficiales les prohíbe preguntarles acerca de ella. Sin embargo, el martes una jueza federal en California emitió un fallo que derogó la ley, y ahora el gobierno del presidente Barack Obama está apelando la sentencia.
Los partidarios de que se cancele la prohibición le han estado advirtiendo a los militares gays que no revelen su orientación sexual porque el fallo de la corte podría ser revocado. Dicen que el Congreso debe tomar cartas en el asunto y rechazar esa ley. 2ff7e9595c
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